La acidez de estómago o acidez gástrica es una sensación molesta que el paciente suele referir como sensación de quemazón o ardor en el estómago y en la zona del esófago y esternón.
Normalmente, cuando ingerimos alimentos o bebidas, estos permanecen en el estómago mientras se inicia la digestión y el cardias, una válvula que une el estómago y el esófago se cierra. Cuando esta válvula se mantiene relajada durante la digestión los ácidos gástricos refluyen e irritan la mucosa del esófago, provocando esta sensación de quemazón.
¿A qué se debe?
Su aparición suele estar asociada a la edad, al sobrepeso y la obesidad. Los malos hábitos en la alimentación también es una causa frecuente de molestias gástricas y entre ellas, la acidez.
Las personas que sufren hernia de hiato también son más propensas a sufrir reflujo gástrico y dolor esofágico. La hernia de hiato se produce cuando la parte superior del estómago protuye hacia arriba y se introduce en la cavidad torácica.
¿Cómo prevenir la acidez gástrica?
De las cosas más importantes que hay que tener en cuenta para prevenir o disminuir al menos los episodios de acidez gástrica y esofágica es mantener ciertas pautas, especialmente las dietéticas. Sigue estos sencillos consejos:
- Come cosas de fácil digestión. Cada persona suele saber bien qué alimentos suelen sentarle bien y cuáles son más indigestos. Pero en general, los alimentos grasos, los condimentados, los alimentos muy ácidos, las bebidas carbonatadas y el alcohol suelen producir más reflujo esofágico. Si evitas al máximo los alimentos y bebidas que desencadenan este reflujo evitarás los episodios de acidez.
- No abuses o evita lo máximo posible el consumo de café, alcohol y tabaco.
- Intenta reposar la comida antes de echarte a dormir. Acostarse con el estómago lleno aumenta el reflujo del contenido gástrico. Intenta esperar 2 horas aproximadamente antes de tumbarte y si lo haces ponte alguna almohada o cojín para mantenerte con una ligera inclinación.
- Ingiere cantidades de comida pequeñas. Aunque hagas más comidas al día intenta reducir la cantidad para que las digestiones sean más fáciles.
- Evita también hacer esfuerzos o ejercicio justo después de comer. La actividad física hará que el contenido del estómago ascienda y provoque ardor.
- Intenta bajar de peso y mantenerte dentro de un peso saludable. Al bajar de peso, la presión abdominal disminuirá y mejorarán las molestias.
- Intenta tener cuidado con los medicamentos que tomas e intenta ingerirlos con el estómago lleno.
¿Existe algún tratamiento para las molestias?
Si pese a seguir estos consejos observas que las molestias no ceden e impiden mantener tu actividad diaria con normalidad puedes recurrir al tratamiento médico. Existen medicamentos que inhiben la producción de ácidos en el estómago (antiácidos) que ayudan a que las molestias asociadas sean más llevaderas o desaparezcan por completo.
Los medicamentos homeopáticos también pueden ser tus aliados. La homeopatía puede ayudar a aliviar los síntomas al igual que mejorar las causas que producen la acidez, como por ejemplo, el estrés.
¿Cuándo acudir al médico?
Quizá te vayas habituando a las molestias gástricas pero intenta observar ciertos signos de alarma. Acude a tu médico si observas:
- Dificultad para tragar
- Vómitos con sangre
- Las deposiciones son sanguinolentas
- El dolor se irradia hacia el cuello o hacia el hombro
- La frecuencia aumenta considerablemente